SENTIMIENTOS DEL ALMA Sentimientos… Los tuyos, los míos. Sentimientos que abrazan, sentimientos que

jueves, 18 de noviembre de 2021

                      EXAMEN

Decir y actuar frente a alguien de manera sincera y transparente. Mostrar un amor incondicional, sin dobleces ni interés alguno más que el caminar juntos. Poder compartir, dialogar, reír, llorar, unidos y en paz. Claro que la predisposición debe de ser de a dos, de lo contrario se convierte en tener que dar examen de que lo que demostrás es totalmente cierto y real.
Al comienzo puede ser que permitas y trates de que el otro vea que eres autentico, pero pasado el tiempo de persistir esta situación se vuelve intolerante. ¿Hasta cuándo se debe tener que mostrar cómo eres si del otro lado solo hay dudas, sospechando de que estas actuando un personaje que no eres? Cuál es el límite. ¿Por qué tienes tanto amor que no puedes dejarlo? ¿Por qué no puedes entender porque no te cree? ¿Por qué te lastima y quieres que habrá sus ojos y vea que es verdad quién eres? ¿Hasta cuándo se debe dar examen? ¿Vale la pena? ¿Quién vale más, vos o la otra persona?
Noemí Mocco
Derechos reservados


martes, 16 de noviembre de 2021


     FALTA POCO

Sentir que vamos cuesta arriba, pesarnos el cansancio de tanta lucha,
Dolernos las heridas que aún sangran,
Sentir que las fuerzas nos abandonan.
Un letargo nos suspende por un momento donde nuestros pensamientos vuelan hacia lo que más
ansiamos, y nos quedamos allí, deseosos de poder lograrlo.
Mira amor... la cima está ahí nomas, ya casi llegamos... falta poco para que en lo alto podamos ver el paisaje que tanto anhelamos. Luego todo será soñado, seguramente no será perfecto, tendrá sus recovecos de realidad exigente, pero el amor, sólo todo este amor que llevamos en brazos, hará la perfección de tanto camino que andaremos abrazados.
Noemi Mocco derechos reservados



lunes, 15 de noviembre de 2021

 

                  ESPANTOSO EGOISMO

 

Un repicar insistente de viejos sonidos de la infancia volvieron a surgir de repente ante el recuerdo. Recuerdo que volvió a traer aquella música sonando a lo lejos y el mareo del alcohol ingerido, demasiado, para alguien que nunca bebió en sus tan solo quince años. Una habitación en penumbras que se vuelve más oscura considerando la borrachera. Noche de fin de año, fiesta familiar y colchones desparramados en la habitación de los primos convertido en el rincón de niños vencidos por el sueño. En medio de todo aquello, la inconciencia sobreviene, reinando el descanso mientras afuera sigue el festejo oyéndose tan solo un murmullo a lo lejos. Algo fue despertando su cuerpo desmayado de ebriedad, algo que la mente trató de descifrar en su cuerpo adormecido. Alguien la estaba tocando en el lugar más íntimo. Trató con mucho esfuerzo incorporarse luchando con la pesadez que la aplastaba por tanto que había bebido, reconoció en las sombras a ese que huía para no ser visto, lo vió, era uno de sus tíos. Angustiada se lo contó a su madre en medio de los primos dormidos, esta solo dijo - ¡Calla! No dirás lo que has visto, nadie te creerá y no sé si creerte porque has bebido. – su madre cerró la puerta tras de sí y la dejó allí, sin una explicación ni consuelo en su espantoso egoísmo. A la mañana siguiente al levantarse nada dijo, miró a su madre con ojos tristes y esta le devolvió una advertencia con sus ojos fijos. Todos reían felices, todos, hasta ese tío.

 

Noemí Mocco

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