Después del dolor

¿Cómo seguir adelante después del dolor?
Nadie tiene recetas para eso.
Pero se puede intentar.
Sólo se necesita fuerza de voluntad, mucha fuerza a veces.
No es imposible.
Puedes lograrlo aunque tengas que arrastrarte hasta levantarte.
Tus heridas sangrarán, gritarás tu dolor, pero aun así, debes continuar.
Cuando hayas podido levantarte, levanta tu cabeza, hincha el pecho para darte aliento, y poco a poco, de un paso a la vez, comienza tu camino hacia la esperanza de que todo pueda ser un poco mejor.
No pidas grandes milagros, sólo da un paso a la vez, sólo vive un día a la vez.
Mañana te encontrarás al volver tu mirada atrás, cuánto has avanzado, porque se puede, claro que se puede remendar el alma. Y, ¿sabes qué? Siempre habrá a tu lado alguien que ayudará a curar las heridas, siempre habrá alguien que aliviara tu dolor y te hará sonreír.
Vamos, tú puedes lograrlo.

NOEMI MOCCO 

derechos reservados. /2017

                                                                          

                                                                      

                                                                 SOLO

Sentirte sólo contra el mundo. Ese mundo que te rodea y te asfixia constantemente. Un mundo donde nadie se percata de lo que te pasa, de lo que te ahoga cada día lastimándote un poco más a cada momento. Se lacera tu corazón rasgando los sentimientos y la estructura de tu cuerpo comienza a debilitarse tanto, al punto de sentir que todo tu ser duele. Comienzas a caminar cansado, agobiado por los problemas propios de cada día, pero que para ti resulta una tortura insoportable. Entonces piensas en la muerte, como un recurso que emerge de tu mente cansada de buscar soluciones a tus problemas. Crees que es una opción lógica que solucionará tu opresión. Que podrás escapar de esa cárcel que te tiene encerrado y maniatado. Es la puerta a la libertad que tanto anhelas, es la solución a todos tus problemas. ¿En verdad crees esto?
No... En algún punto tu razón y tu corazón sabe que ésta actitud no soluciona ni repara nada. Es una actitud egoísta propia de cobardes. ¿Sabes cuantas personas en el mundo sufren como vos? ¿Tienes idea de cuantos padecemos enfermedades, opresión laboral, déficit económico e innumerables situaciones más? Ya sé que no te gusta que te digan esto, ya sé que tu dolor no te deja ver más allá de tus narices. Tan sólo te pido que te detengas un momento, mira a tu alrededor y dime que ves. No me digas que ves todo negro y que no hay nadie a tu lado. Mira bien, un poco más allá de tu nariz, existe un mundo que no es color de rosa, pero puedes pintarlo de algún color que te agrade. Y si miras con atención siempre habrá alguien que te mira y te quiere y quiere cuidarte. También habrá alguien que necesita que lo cuides. Tampoco me digas que no tienes a nadie, si no tienes a nadie búscate una mascota, y si no te gustan las mascotas entonces mira bien y no hagas trampas, no tapes tus ojos porque justo detrás de ti siempre está alguien esperando a que lo mires , que lo cuides. No juegues con la vida, la vida no es un juego, la vida es un reto. La vida te desafía a vivirla. Claro que no es fácil. Pero tampoco imposible ser feliz. Tal vez te exiges demasiado, tal vez sólo buscas agradar a los demás. Tú no tienes que probar nada. Tu solo debes ser auténtico. Puedes agradar a pocos y seguramente no le agrades a muchos, pero tú no tienes que rendir ningún examen frente a nadie. Tu eres tú, y por ser único debes cuidarte y amarte sin que esto sea egoísmo. Recuerda que lo que no hagas por ti nadie lo hará. Tú vales mucho, vales demasiado, Piénsalo.

Noemí Mocco
derechos reservados /2017

                                                                       

                                                                               

                                                         

                                                           DESILUSIÓN

Quedé en silencio, qué sentido tiene hablar.
Bajé la mirada, qué sentido tiene ya mirarte.
Me quedé quieta, paralizada, al saber que me habías mentido.
Creía tanto en vos, te amaba con ojos ciegos, abrazaba tu amor como lo más sagrado, aferrándome a todo ese sentimiento que supuse sincero.
La hipocresía regía tu vida y yo no lo sabía, tanta era mi confianza en ti que ni siquiera pude imaginarla.
¿Cómo pudiste mentirme de esa manera tan detestable, como lograste que no te importe lastimarme?
Claro...Que pregunta más estúpida para alguien tan rebuscado.
No...no quiero ni voy a decir nada porque sería en vano, que podría importante lo que pudiera decir o sentir si nunca me has amado, de haberlo hecho no me habrías traicionado.
Ya no quiero nada de ti, tus caricias me dan asco, náuseas me dan tus besos y vomito todo este sentimiento. Ya déjame en paz, están demás las excusas y tu arrepentimiento, estás demás en mi vida. Déjame sola ahora, necesito comenzar de nuevo, seguir hasta encontrar a alguien que descubra mi alma y me ame, alguien diferente a vos, alguien que no sea tan cobarde, que sea un verdadero hombre y no un gusano como vos tan desleable.
Déjame en paz ahora y no vuelvas nunca a buscarme,
porque segura estoy que bien lejos de ti, al fin sentiré la libertad de amar y que me amen.

Noemí Mocco
derechos reservados 2017