SENTIMIENTOS DEL ALMA Sentimientos… Los tuyos, los míos. Sentimientos que abrazan, sentimientos que

martes, 10 de agosto de 2021

 

.                                   CAMPANA DE MI ESCUELA

                                     

Aquí estás, siempre esperando, siempre fría ante quienes pasan a tu lado, con ese dorado bronce, imponiendo respeto a quienes jugando se burlan, y tiran de la cuerda golpeando tu corazón. Gritas ante el dolor, ¡tan! …tan! …tan! …y el eco resuena por los rincones de toda la escuela. ¡Recreo! gritan los chicos agolpándose en la puerta del salón para llegar primero al patio, pero la voz enérgica de la maestra ordenando volver ¡cada uno a su sitio! los frena en la carrera, para darse cuenta de que una vez más, alguien volvió a hacer una travesura. Levanto los ojos, y te miro desde abajo, mientras juego con el péndulo de tu cuerda que toca mi cabeza. Eres hueca por dentro, proteges a la bola de bronce, esa, que guardas con recelo, la misma que te golpea para que resuenes al viento. Hueca es también María, quien por culpa de ella estoy parada aquí debajo de ti, porque no me creyeron que fue ella, la que tiró la tiza al maestro. Tengo rabia y me tiento por golpearte si no fuera que escucharían tu grito delatando mi descontento.

Porque no te quejas del maltrato que recibes a la entrada de clases, y en cada uno de los recreos, o cuando volvemos a casa y nos ponemos contentos. Todos se alegran cuando suenas y creen que cantas a los cuatro vientos, lo mismo que la de la iglesia que canta glorias al cielo. Yo solo veo que te golpean, que te hacen bullying como a mis compañeros, que te pusieron aquí en penitencia, como mí, y piensan que así seré mas bueno. Sonríe campana, sonríe siempre, que los niños vean que eres feliz al verlos, que piensen que cantas loas al firmamento y que no vean cómo te mellas por dentro, cada vez que los alegras cuando llamas a recreo.

Noemí Mocco / derechos reservados

 

 

CAMINOS NUEVOS


 


Miro el camino transcurrido, entre piedras y espinas,
he quitado con esfuerzo cada obstáculo que me impedía avanzar,

he curado las heridas que rasgaron las cruentas realidades que me ha tocado transitar.
Se me opacó la mirada por tan triste deambular.
Se me borró la sonrisa de tanto llorar.
Se vació la fuente de las alegrías con tanto pesar,

hasta callaron los pájaros al perderse mis alas para soñar.
Se aquietaron mis latidos y en su lento palpitar,

creyeron morir un poco cada día sin cesar.
Cuando el último suspiro marcaba mi final,

apareció lo inesperado, lo que pensé perdido ya.
Fue tu foto en la pantalla, tu sonrisa, tu mirar,

fue tu voz en el teléfono la que me comenzó a inquietar.
Cuando al fin llegó ese día de encontrarnos así sin más,

sin compromiso agregado todo comenzó a cambiar.
No sé si fueron tus versos, tus caricias o tus besos que lograron despertar,

aquella mujer que en su letargo parecía muerta ya.
Poco a poco se desperezó mi alma, para comenzar a soñar,

volvieron a trinar las aves un canto de libertad.
Me atreví tímidamente abrir mi corazón,

y te adueñaste sin reparos de toda la situación. 
Ahora vivimos este pacto de infinito amor,

lo tuyo, lo mío, lo nuestro, compartido todo de a dos.
Siento que es tiempo de cosecha, por todo lo que sembré,

que la vida siempre devuelve ciento por uno la mies.
Estás allanando el camino por donde hemos de andar,

estás endulzando mi vida, con simpleza, con bondad.
Hoy después de tantos golpes que tuve que afrontar,

la vida me sorprende con felicidad.
Tú le das sentido a esta vida, borraste mi soledad,

abriste caminos nuevos, mis ojos volvieron a brillar,

dibujaste una sonrisa pintando cosquillas para volver a jugar

y soñar que es posible amarnos y comenzar a caminar,

construyendo un mundo nuestro, solo nuestro y de nadie más.

 

Noemí Mocco    Derechos Reservados

lunes, 9 de agosto de 2021

 

CAMINAR...



Caminar... ejercicio recomendado por médicos.
Caminar... metáfora usada para andar por la vida.
Caminar... paso del tiempo. 
Caminar... tus manos en mi espalda.
Caminar... besos en mi piel.
Caminar... recorriéndonos con nuestras miradas.
Caminar...
Sí... 
Caminar a tu lado es el ejercicio y la metáfora 
más bonita que me gusta practicar.


Noemí Mocco 
derechos reservados