AQUELLA LOCA… PASIÓN
Tu mano rozó la mía y quedé expectante de la secuencia siguiente. Te quedaste quieto, y el tiempo se eternizó. Rogué porque siguieras, quería tus caricias sobre mi piel. Seguiste quieto, esperando. Continúe suplicando por tus besos, para que me abraces fuerte y me aprietes contra tu pecho. La impaciencia ganó la batalla del momento y entonces te atraje hacia mí, te abrace muy fuerte, besé tu boca, tus ojos, y el frenesí se apoderó de mí, a tal punto que olvidé donde estábamos y arrancando los botones de tu camisa, te mordí, y en esa loca pasión caímos al suelo. Desabroché tu pantalón, mordisqué tu oreja, apreté tus glúteos, y ya sin control, aullé como una loba hambrienta de ti, desnuda y lista para amarte, desbordada, agitada de lujuria, te hice mío.
Un grito de espanto sonó en el recinto, cuando tu mujer contemplaba la escena y en el shopping todos aplaudían,
Noemí Mocco
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